El futuro de la tecnología es social: Presentación de 2Easter

El futuro de la tecnología es social: Presentación de 2Easter

Miras la hora y cada vez tienes una notificación nueva. Buscas el calendario y cada mes está entre aplicaciones nuevas. Puede incluso que cada año lo hagas en un móvil nuevo. Estamos dando like a la literalidad de la expresión «el futuro en la palma de la mano». Más funcionalidades y más potencia acaban traduciéndose en más penetración de las tecnologías sociales en nuestras vidas, pero no es así como imaginábamos el futuro. Imaginábamos dispositivos pequeñísimos, control total por voz y hologramas saliéndonos de la muñeca; pero en vez de eso tenemos tendencias instantáneas, apariencias forzadas y auto-fotos con una máscara 3D de perrito.

 

Nunca es fácil adivinar hacia dónde va la tecnología, porque es imposible ver hacia dónde mira la sociedad. Si hace 15 años nadie esperaba que decenas de películas iban a caber en una moneda, cómo íbamos a saber hace un año que en 2016 estaríamos cazando pokémons por la cámara del móvil. La innovación está al servicio de las necesidades, y los usuarios ya no necesitamos sistemas más rápidos ni pantallas más finas, sino socializar. Ya hemos tenido los 00s para hacernos con la tecnología digital por individual y ahora que la controlamos, la utilizamos en sociedad. Ve al menú del móvil y mira cuántas apps quedarían si quitaras las que utilizas con otras personas. Ve a Facebook o Instagram y comprueba en cuántas publicaciones aparece una sola persona. Somos animales sociales, y utilizaremos lo que esté a nuestro alcance para socializarnos.

futuro tecnologías

Tampoco estábamos acertados con los aparatos diminutos o los hologramas… ¿Para qué? Leer un WhatsApp de tu madre en un cuadro nebuloso de lucecitas flotantes puede tener gracia las 2 primeras veces, pero el futurismo acaba comiéndose el pastel de la usabilidad. ¿No escribiste a mano con el puntero en el modo reconocimiento de caracteres cuando estrenaste aquel móvil? ¿No le contaste a Siri tu vida nada más configurar ese iPhone? Y ya. Las tecnologías rimbombantes llaman la atención al principio e incluso pueden ser buenos atractivos comerciales, pero nadie siguió utilizando el detector de caras del Samsung. La sencillez es facilidad, es holgura. Las tecnologías más simples son las que permiten más usos, y por tanto, las que nos satisfacen mejor. No vamos a dejar de querer nuevos avances, pero los querremos cuando estén pulidos hasta el chasis y así les pondremos la carrocería que necesitemos.

 

Los desarrolladores tenemos que tener los ojos muy abiertos, ver qué problemas se pueden arreglar, qué oportunidades se pueden mejorar, o qué viejas costumbres volverían con una muleta tecnológica. El futuro no está lejos, sino entre nosotros. No necesitamos inventar tecnologías, sino que nos descubran a nosotros. La innovación social viene con tecnologías sencillas.